Ya de lejos se la reconoce como una PS: si bien mudaron el diseño de líneas curvas de la PS3 hacia un corte más anguloso, los tonos negros mate y brillantes mezclados en el cuerpo de la consola habla a las claras de una PlayStation. Sumado a esto, la consola se puede usar de forma horizontal y vertical indistintamente, de la misma forma que las anteriores generaciones.
Si bien no la habíamos podido ver hasta ahora, sabíamos por el evento de febrero que la PS4 cuenta (al igual que su archienemiga Xbox One) con un procesador AMD con ocho núcleos y una gráfica Radeon. La memoria RAM estará compuesto por unos veloces módulos GDDR5, que acumulan 8Gb. Un lector blu-ray de 6x y un disco rígido completan el hard. Por su parte, ya conocíamos el nuevo controlado DualShock 4, que incluirá una superficie táctil y un botón Share. Además, el PlayStation 4 Eye ofrece opciones adicionales de equipamiento con doble cámara y hasta cuatro micrófonos.
En uno de los pasajes más interesantes de la presentación, se saldó una de las cuestiones que más rumores provocó con respecto a las consolas next-gen: la PS4, dijeron, “no impondrá nuevas restricciones a los juegos usados”, y reiteraron, “cuando un jugador compra un disco de PS4, tiene derechos sobre esa copia del juego“. Los juegos de la nueva PlayStation, en contrapartida a los de la Xbox One, “podrán venderse, prestarse, o guardarse para siempre“. Más que claro.
También en la keynote se mostraron varios de los juegos que se podrán disfrutar en la nueva plataforma, entre los que se encuentran nuevas versiones de Assasin’s Creed o Final Fantasy. Sobre el primero, vale destacar que se estaba desarrollando la premiere mundial del gameplay de Assassin’s Creed: Black Flag, el cual se congeló algunas veces mientras era mostrado. También se pudo ver a Lebron James hablando en conjunto con su avatar de juego, presentando el NBA 2K14.
La PlayStaiton 4 se venderá a 399 dólares.
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