Para realizar esto se colocó al robot Eintein frente a un espejo de manera que relizara movimientos y gestos aleatorios y cada vez que lograba un expresión real recibía un señal de recompensa en su proceso de aprendizaje.
“La idea es tratar de entender algunos de los principios que sustentan el aprendizaje computacional,” dice Marian Bartlett, responsable del estudio.
Este proyecto se presentó en la 8va. Conferencia Internacional sobre el Desarrollo y el Aprendizaje IEEE y es la primera vez que alguien utiliza la máquina de aprendizaje para enseñar a un robot a realizar expresiones faciales. El propósito es construir un robot que pueda socializar, por ejemplo partcipando con un alumno en clase de forma no verbal.
Creo que este trabajo busca el mismo propósito de interacción humana del robot Saya de Tokio, solo que con la facilidad de reconocer y mostrar emociones, sobre el proceso de aprendizaje parece ser que ASIMO ya lleva una gran ventaja.
Video del Robot "Einstein" Más información (en inglés) Fuente
