La “gran muralla china digital” ha vuelto a levantar polémica. La creación de un software que todos los fabricantes de PCs en China deben preinstalar sirve como un control gubernamental que bloquea el acceso a cientos de sitios web, pero provoca fallos de seguridad.
Esta aplicación de spyware está diseñada para “proteger a los jóvenes” de informaciones potencialmente peligrosas como las que ofrecen sitios web con pornografía o con medios informativos que critican la política china, pero su puesta en marcha tiene consecuencias más allá del problema ético que plantean.
De hecho, los contenidos políticos bloqueados son más importantes, pero el software contiene errores de programación que crean vulnerabilidades serias que permiten que cualquier página web que el usuario visite se convierta en una forma de control de ese PC, según un estudio de la Universidad de Michigan.
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