Y que esto es así lo ha confirmado la propia Google, que ha indicado que estas gafas de realidad aumentada pueden tener un impacto en la visión no deseado en algunos usuarios que tendría como resultado los mencionados dolores de cabeza. Es más, apuntan que “las Google Glass no son para todo el mundo”. Realmente lo que ocurre es lo mismo que con otras gafas del mercado, pero no deja de ser algo a valorar ya que también podrían producirse “estrés de ojos”.
Tanto es así, que para prevenir posibles problemas a la hora de utilizar este producto, dese la compañía de Mountain View se recomienda que ciertos usuarios no utilicen las Google Glass, como son los que se han operado los ojos con láser y, también, los menores de 13 años. La consecuencia de esto es que su mercado potencial se reduce… aunque el aviso es un buen detalle por parte del fabricante.

Otras desventajas indicadas por los que las han probado
Como ya hemos indicado antes, en lo que se refiere a innovación las gafas de realidad aumentada de Google son un verdadero avance y es una muestra del gran trabajo que se está realizando. Pero los desarrolladores que han probado las Google Glass ya han indicado los apartados que ellos mejorarían (y hay consenso aquí).
Los más importantes son que la autonomía de este producto es reducida, entre 3,5 y 5 horas, lo que resulta escaso para un dispositivo de uso diario; la baja visibilidad es reducida en condiciones de mucha luz; pocas opciones de configuración; y, finalmente, que el reconocimiento de voz debe ser mejorado. Evidentemente, se está en fase de prueba y esto apartados a buen seguro que se corrigen, pero no está de más conocer lo que van opinando los desarrolladores.
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