El uso de los teléfonos móviles hace que cada día menos gente use las cabinas de teléfono instaladas en las calles.
En Japón, uno de los países que más emplea las últimas tecnologías, han decidido transformar sus obsoletas cabinas de teléfono en acuarios públicos.
La asociación Kingyobu, un nombre que significa Club de los peces de colores, ha decidido darles este uso en las calles de Osaka (Japón).
Esta asociación lleva desde 2011 transformando las cabinas en acuarios que instala en plazas públicas. En ese año crearon su primera pecera para un concurso de diseño.
Para hacer sus creaciones primero impermeabilizan y sellan la cabina telefónica.
Las dejan abiertas por la parte superior para facilitar la alimentación de los peces.
Después instalan filtros y la rellenan con agua.
Y por último añaden carpines (Carassius auratus) un pez simbólico en la cultura japonesa y que según la tradición popular trae buena suerte.
Dejan dentro la instalación telefónica que acaba flotando en el agua como recuerdo de su anterior uso.
Las cabinas se iluminan desde el interior por la noche para llamar la atención de los viandantes.
¿Qué le sugiere de esta forma de reciclaje y de arte?