A: ¡Camarero siga a ese taxi!
B: ¿Cómo?
A: ¡Rápido! ¡se escapa!
B: favor, bájese de la bandeja... Pesa mucho...
A: ¡Ese maldito taxista no ha querido cortarme el pelo! ¡Eso es racismo!
B: Oiga, en serio, que yo trabajo en esta terraza. No puedo ir persiguiendo taxistas.
A: Así va España. Yo sólo vendo billetes. Vuelva usted mañana. ¡EXCUSAS!
B: No, si mejor no vuelva.
A: ¡SON TODO EXCUSAS!
B: Ay pero no me grite.
A: Nadie tiene iniciativa propia. -.-
B: Pero que conste que tampoco tengo iniciativa ajena. Yo soy una persona onrada.
A: ¿Cómo?
B: Soy una persona onrada.
A: ¿No querrá decir honrada?
B: Sí, es que pronuncio mal las aces.
A: ¿Las aces?
B: Sí, la letra ace. A, be, ce, de, e, efe, ge, ace, i, jota...
A: Ah, la hache.
B: Exacto. Fui a un logopeda de niño, pero ya sabe cómo son los niños...
A: ¿Pequeños?
B: Efectivamente: no llegaba al pomo de la puerta y, rabiando de impotencia y de orgullo infantil, decidí no volver nunca más a la consulta de aquel señor al que no llegué a ver.
A: Entonces, por ejemplo, ¿usted pronuncia hatajo y atajo exactamente igual?
B: Sí: atajo y atajo.
A: ¿Y cómo pronuncia China?
B: Cina.
A: Jajaja, parece tonto.
B: Sí, lo sé, jajaja...
A: Jajajajaja...
B: Ay, qué risa...
A: Voy a secarme esta lagrimilla con el dedo índice.
B: Eso significa que le a eco muca risa...
A: JAJAJAJAJAJA...
B: Ya... Me e dado cuenta...
A: JAJAJAJAJA... Otra vez... JAJAJAJAJA... Suena rarísimo...
B: Ahora ya me está ofendiendo un poco con tanta carcajada.
A: Perdón, perdón...
B: Que yo soy el primero en reírme, pero llega un punto en el que ya es burla.
A: Lo siento, tiene razón.
B: Tengo amor propio y... Esto acaba iriendo. Me trae recuerdos del colegio...
A: Le ruego que me disculpe. Me he dejado llevar... Hablando de dejarse llevar, ¿no va a seguir a ese taxi?
B: No. Además, ya estará muy lejos.
A: Pero si está aparcado.
B: Pero cada vez más lejos. Al ser la Tierra redonda, el taxi va resbalando. Eso por no mencionar que el universo está en continua expansión.
A: Bueno, pues nada...
B: ¿Podría bajarse de la bandeja?
A: Sí, cómo no.
B: Gracias.
A: ¿Se ha enfadado?
B: Al final me a molestado un poco...
A: Mmppff...
B: Sí, lo e pronunciado mal... Y aora otra vez.
A: Perdón, perdón, ya está. En serio, no quería ofenderle. Nada más lejos de mi intención. Excepto quizás Palencia. Palencia está lejísimos.
B: Es igual, no pasa nada. Todo el mundo se ríe de mí por mi problema con las aces. Y porque tengo dos narices.
A: Yo sólo veo una.
B: La otra la guardo en casa.
A: Ah, claro. Pues es práctico.
B: Duele un poco.
A: Bueno, pues ya me tengo que ir. A Palencia. ¿Le he hablado alguna vez de Palencia?
B: Comentaba que estaba muy lejos.
A: Es todo lo que tengo que decir sobre Palencia. ¿Qué hay en Palencia? Personas que no han podido salir de allí. Imagino que sólo habrá una puerta para salir.
Pequeña. Escondida.
B: ¿Y qué va usted a acer en
Palencia?
A: Reírme de esa pobre gente. Jajaja... Palencia... Qué absurdo. Cuánto idiota.
B: ¿Me escribirá?
A: No.
B: Menos mal.
A: Porque quiero que venga
conmigo. Necesitamos a alguien como usted.
B: ¿Como yo?
A: Sí, que le eche un par de narices al asunto, JAJAJAJAJAJA...
B: ¡Oiga!
A: Jajajaja... Perdón... Jajajaja... No lo e podido evitar. No lo e podido evitar, jajajaja...
B: ¡Pero no me imite!
A: Lo siento, lo siento. Ya me voy. Igual me tomo un café. ¿Cómo lo sirven aquí?
B: Pues como en todas partes: solo, cortado, con lece...
A: JAJAJAJAJA...
B: ¡Es usted un cabrón!
A: Ya me voy, lo siento, buenas tardes y felices fiestas.
B: Que le vaya bien en Palencia.
A: Eso es imposible. Pero gracias.
- Adaptado y extendido a partir de una estúpida conversación reciente -