Como hemos dicho anteriormente, hay quien se muestra bastante reacio a rootear su dispositivo bien porque quieras que no siempre entraña algún peligro si no lo hacemos correctamente pero también hay quien piensa que en el momento que se hace un Root al dispositivo la garantía de este se pierde por completo. Pero, ¿hasta que punto es todo esto cierto? Nuestros compañeros de AndroidAyuda nos hablan con todo detalle del asunto.
Los fabricantes advierten que rootear un smartphone puede dañarlo
Antes de nada hay que decir que ni todo es blanco ni todo negro, es decir, que aunque si hay algo de cierto en estos riesgos no todo es tan malo como parece. Las compañías no suelen decirlo de manera directa pero normalmente nos dejan caer que en el caso de que hagamos root a nuestro smartphone este perdería toda garantía.
Por ejemplo, el nuevo sistema Knox que Samsung ha incorporado en el Galaxy Note 3 detecta si el smartphone ha sido rooteado o no y en caso afirmativo, supuestamente Samsung anula automáticamente la garantía, hecho que ha generado una gran polémica entre los usuarios. A día de hoy no es fácil saber qué compañías o fabricantes permiten realizar el root a sus dispositivos y cuáles no, así como saber con cuales perderíamos la garantía y con cuáles no.

Los fabricantes tratan de evitar que los usuarios hagan root a sus dispositivos alegando que se trata de técnicas que pueden hacer que el smartphone quede dañado, por lo que si es estropea, las culpas recaen todas sobre el usuario y no pueden pedir responsabilidades al fabricante, algo que por otro lado es totalmente lógico. Sin embargo, si nuestro terminal presenta algún problema de hardware, como por ejemplo el altavoz, el micrófono o la pantalla, debería entrar perfectamente en garantía ya que el root no afecta para nada al hardware.
Pero curiosamente, a pesar de advertir de que puede causar daños y que dichos daños no entrarían en la garantía del teléfono, las compañías son las primeras que facilitan que se realice el rooteo a los smartphones. Esto ocurre por una sencilla razón, y es que si un terminal no permite que se realice el root los usuarios avanzados de Android evitarán comprar ese dispositivo, lo que perjudicaría a las ventas. Además, cabe destacar que no sólo se encargan de facilitar el rooteo, sino que han de encargarse de establecer el método para hacerlo.

¿Hasta qué punto es peligroso rootear un smartphone?
He aquí la pregunta del millón. Y lo cierto es que la respuesta no nos saca de toda duda, ya que en parte sí que entraña cierto riesgo. Cuando nos decidimos a rootear un smartphone lo que hacemos es conseguir acceder a los permisos de administrador, ampliando así los permisos normales que tenemos como usuario, pudiendo modificar así más características de Android y si no sabemos lo que hacemos y modificamos podemos convertir nuestro smartphone en un bonito pisapapeles.
Pero volviendo al tema de la garantía, si nos ceñimos a lo que dice la ley, concretamente a la que nos afecta a nosotros en España, cualquier producto vendido en Europa tiene una garantía obligatoria de 2 años, sea cual sea el fabricante y en el caso de que el fabricante ofrezca garantías de otro tipo estas serán ya adicionales a esos dos años. Aunque evidentemente esta garantía cuenta con una serie de limitaciones.
Evidentemente si una pantalla deja de funcionar y vemos que el cristal está roto es lógico que la garantía no lo cubra ya que se debe a un mal uso, mientras que si no funciona y no presenta daños, el root no debería influir en ello y la compañía debería solucionar nuestro problema a no ser que fuera capaz de demostrar que verdaderamente se debe a haber realizado un root.
Fuente