Cuando Nvidia lanzó al mercado la primera GeForce, fue un "momento bisagra" para el mercado de las tarjetas de vídeo. Un buen hardware lanzado en el momento justo y al precio correcto puede tener grandes consecuencias, y el que no esté de acuerdo sólo necesita ver cómo terminó 3dfx. Algunos considerarán este detalle como historia pasada, pero nadie tiene la seguridad de que dicha historia no volverá a repetirse. Los jugadores son diferentes, pero el objetivo el mismo: El dinero de los consumidores. En este momento, y después de un buen tiempo, ATI parece tener la ventaja: Es el primer fabricante en adoptar a nivel hardware la última versión de DirectX hecha por Microsoft, y la alta gama de su serie Radeon HD 5000 se posiciona en lo más alto. Nvidia puede haber dicho que la ventaja de ATI a nivel DirectX 11 es "insignificante", pero una espina en el costado "es" una espina en el costado. Ya no se espera una respuesta por parte de Nvidia: Casi se demanda. Desde el comienzo, la arquitectura Fermi promete ser la solución a todos los problemas de Nvidia, y la clave para recuperar el trono en un mercado altamente competitivo. Se vio algo en la CES, pero no era lo que la gente quería ver. Una tarjeta dentro de una carcasa negra que generaba una temperatura enorme está lejos de cualquier concepto de "demostración", cuando en realidad lo que la gente quiere ver es si este monstruo puede mover al Crysis a 250 cuadros por segundo con gráficos completos.

Un videito: http://www.youtube.com/watch?v=QLu8DyzoVMs
Se estima que Fermi contará con unos tres mil millones de transistores, una cantidad que si bien es impresionante en materia de rendimiento, preocupa en tres frentes. Por un lado, el consumo de energía. Nvidia ya ha admitido que el GF100 demandará aún más energía, cuando el resto del universo parece ir en la dirección contraria. Además, el aumento de energía también se transforma en mayor temperatura. Las tarjetas son cada vez más grandes, al igual que sus disipadores. ¿Cómo va a hacer Nvidia para enfriar tres mil millones de transistores, descartando la opción de colgar un kilogramo y medio de cobre sobre la tarjeta? Todavía no lo sabemos, porque el hardware demostrado en el CES no es final. Y por último, el precio: La forma en la que el GF100 está diseñado permite versiones más humildes del chip, pero si hay un sector en el que Nvidia debe mejorar de forma notable, es en el costo de sus tarjetas. ¿Fecha de lanzamiento? En Nvidia insisten que sería en el primer cuatrimestre de este año, con muchas fichas puestas sobre marzo. En otras palabras, se necesita más información. Velocidad, frecuencias, modelos, diseños, tamaños, y sobre todo, precio. Hasta entonces, seguiremos esperando.
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