Los científicos del centro de investigación de Nokia han utilizado la radiación electromagnética que emiten los transmisores WiFi, las antenas de telefonía móvil, las antenas de TV y otros equipos similares para captar de 3 a 5 miliwatios, mediante circuitos prototipo de prueba en el laboratorio.
El objetivo es alcanzar los 50 miliwatios, que bastarían para recargar la batería agotada de un teléfono.
Markku Rouvala, investigador de Nokia,, afirma que el concepto se basa en el mismo principio que las etiquetas RFID: convertir ondas electromagnéticas en señal eléctrica. El equipo de Rouvala trabaja en ampliar la banda de frecuencias cuya energía puede ser captada de las ondas de radio del ambiente. Concentrándose en todo lo que va de 500 MHz a 10 GHz esperan aumentar sus posibilidades de obtener suficiente energía.
Si Nokia tiene éxito, lo cual es mucho suponer, la tecnología podría ser adoptada en dispositivos móviles que se cargarían solos mientras estuvieran en el hogar. No obstante, la empresa ha insistido en destacar que este proyecto de investigación todavía se encuentra en una fase inicial y que el objetivo final podría ser muy difícil o incluso imposible de alcanzar.
Con anterioridad, investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) se han concentrado en la resonancia mediante acoplamiento magnético como medio para proporcionar electricidad sin cables.
