Según un informe de MediaWeek, en YouTube han estado enviando advertencias a ciertos productores de contenidos que incluían publicidad propia durante sus vídeos, algo que teóricamente este servicio no permite. Lo quieren todo para ellos.
Según los términos de uso de YouTube, los creadores de contenido tienen que obtener una autorización previa -y escrita- de YouTube para poder publicar vídeos comerciales en el servicio, y ahí es donde interviene la publicidad que inserta YouTube en forma de overlays: no quieren tener competencia.
Obviamente existen miles de vídeos comerciales en los que los productores no han pedido permiso explícito para poder integrar sus publicidades, y en YouTube están tratando de atajar esa práctica advirtiendo a algunos de estos productores.
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