
Entrevista al gamer
-Me considero un gamer. Compro regularmente juegos (imposible ignorar las súper ofertas que vemos en servicios como GoG, Steam, Greenmangaming, Humble Bundle), los juego menos tiempo del que me gustaría, e incluso termino regularmente algunos (Tomb Raider? Excelente. Bioshock Infinite? Bueno, pero inferior a lo que esperaba).
Después de ver este video, sin embargo, resulta prácticamente imposible creer que alguna vez, podría llegar al mismo nivel Bienvenidos al mundo de los eSports; bienvenidos al reino de los Pro-Gamers.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?feature=pl ... 0z6NPgZrwM[/youtube]
Este fascinante video nos muestra el nivel que uno debe alcanzar para poder competir en los ya populares eSports. Seguro han oído hablar de lo popular que es Starcraft en Corea del Sur (y ahora su secuela, además la recientemente lanzada expansión). Quizás incluso, como yo, hayan visto un par de campeonatos en Twitch, ahora que la idea de videojuegos como campeonatos, y competidores profesionales ha dejado Asia y se ha plantado firmemente en el resto del mundo.
Sorprendidos por el video de arriba? Se trata de Sang-Hwan Bae, más conocido por su nickname de “StarTale_Sound” y nos da un vistazo a la habilidad que un jugador debe alcanzar, para poder competir profesionalmente en Starcraft; el nivel de velocidad mecánica, junto a la velocidad de procesamiento de información para poder reaccionar, además de la inteligencia necesaria para aplicar tácticas, es sorprendente.

En un juego de Estrategia en Tiempo Real (conocido como RTS), los jugadores toman control omnipresente de la situación. Es decir, el jugador obtiene una perspectiva cenital (desde arriba), o isométrica, del universo del juego. Desde esta perspectiva, el jugador es capaz de crear y comandar unidades a la batalla.
Si se trata de un juego competitivo (entre dos o más personas), ambos jugadores empiezan en una situación idéntica o similar (misma cantidad de recursos, que se utiliza para comprar unidades; misma cantidad de unidades), con el objetivo, finalmente, de que sólo uno quede en pie. Los juegos usualmente ofrecen variedad en el modo de juego al ofrecer diferentes alternativas de “razas” o “clases”.
En Starcraft, por ejemplo, tenemos tres diferentes razas: los Terrans (humanos), Zerg y Protoss. Y si bien el modo de juego y habilidades de cada raza (así como el tipo de unidades) es diferente – obligando a los jugadores no sólo a utilizar diferentes métodos de juego, sino también de elegir un favorito – se hace un enorme trabajo tratando de balancear a estas tres especies, para que una nunca sea superior a la otra.
El secreto está, entonces, no sólo en dominar a la raza elegida para poder conocer sus ventajas y desventajas, sino conocer íntimamente las fortalezas y debilidades de las otras dos, y así poder utilizar tácticas que se amolden como respuesta a diferentes situaciones. Es, en pocas palabras, una suerte de ajedrez para las nuevas generaciones.

Así como una de las habilidades de un buen pitcher en Baseball es la velocidad (en millas) que puede arrojar la pelota, en Starcraft se cuenta con una medición por la cantidad de “acciones” que el jugador puede realizar por minuto, denominado APM, o Actions Per Minute (que involucran crear unidades, mover unidades, recoger materia prima, etcétera). Una persona que recién se inicia en el juego (o de repente está interesado en simplemente acabar la campaña del juego), realiza menos de 50 acciones por minuto (APM). En campeonatos? Para llegar a un nivel competitivo, el jugador debe ser capaz de realizar 300 APMs. Es decir, una acción cada 0.2 segundos.
Si bien la cantidad de APMs no garantiza un éxito seguro o primeros puestos en campeonatos, forma parte de una serie de habilidades necesarias para poder llegar a competir. Combinado con la inteligencia necesaria para aplicar diferentes tácticas, y el conocimiento del juego para descubrirlas, una velocidad significativa puede cambiar el balance del juego (y esta es la gran diferencia de juegos de Estrategia en Tiempo Real que describíamos líneas arriba con juegos de Estrategia por Turnos, como Civilization, por ejemplo). Si dos jugadores cuentan con el mismo nivel de conocimiento / inteligencia del juego, pero uno de ellos supera al otro considerablemente en APMs, el hecho de poder realizar más acciones, más rápidamente (atacar simultáneamente en dos, tres lugares, mientras que la otra persona puede defender uno o dos) rápidamente volcaría el juego en favor del otro.
¿Cómo puede uno mejorar los APMs? Según lo investigado por Ben Kurchera en PA Report, no existe un estudio al respecto. Pero con suficiente dedicación (y predisposición al juego), aprendizaje de estrategias de alto nivel, el APM gradualmente irá aumentando. Es decir, basta practicar constantemente y competir regularmente.
Demostración de APMs en Stacraft.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?feature=pl ... bpCLqryN-Q[/youtube]
Afortunadamente, no todos requerimos (ni podemos) alcanzar este nivel de juego. Modernos juegos de estrategia tienen un sistema de “matchmaking”, que suele ponernos en partidas con personas de nuestro mismo nivel. Es decir, si es la primera vez que están jugando uno, o recién terminan el modo Single Player y deciden jugar contra otras personas, encontrarán que hay miles / millones de personas en la misma situación. Especialmente con juegos populares (como Starcraft 2). A través de este matchmaking, conforme vamos mejorando, el juego nos irá colocando con rivales de mayor nivel (y descendiendo posiciones si es que perdemos continuamente).
Este es, pues, sólo una fracción del fascinante mundo de los eSports y el Pro-Gaming. Así como existen jugadores profesionales de juegos RTS, los hay también para juegos de peleas, shooters en primera persona, y mucho más. Si después de este artículo han descubierto cierto interés por el tema, les recomiendo que visiten Twitch.tv, un servicio donde no sólo se pueden ver diferentes torneos vía Streaming, sino que encontrarán a miles de gamers (Pro y no-Pro), grabando, streameando cada momento de las horas que pasan frente a las pantallas, jugando. Happy Gaming, o mejor dicho, happy streaming!
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